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Dependencia y consecuencias de la tecnología


Las dependencias tecnológicas se refieren a la interacción problemática entre una persona y los dispositivos tecnológicos debido a su uso abusivo. El uso de la tecnología puede aportar beneficios en todos los ámbitos, ya sea individual, social, familiar, laboral... pero el abuso puede tener un efecto totalmente opuesto en todos los ámbitos de la vida de una persona.

La psicóloga Martha Thomen comenta que la adicción puede afectar a cualquier edad, aunque los adolescentes son especialmente vulnerables a ella, porque las nuevas generaciones nacen con medios digitales, que forman parte de su vida cotidiana y de su desarrollo, siendo una fuente de información, socialización y comunicación. Precisamente por ello es muy importante conocer los posibles riesgos y consecuencias de su uso excesivo, a fin de prevenir y tratar la adicción lo antes posible. Dentro de la adicción a la tecnología podemos encontrar la adicción a los videojuegos, a Internet, a las redes sociales, etc.

Esta adicción a los videojuegos ya ha sido aceptada por laOMS (Organización Mundial de la Salud) como una enfermedad. Se reconoce como una adicción, que forma parte de las adicciones del comportamiento, lo que establece un comportamiento que no puede ser controlado. La persona genera una adicción muy intensa a los videojuegos o a las tecnologías, donde pierde la noción del tiempo, perdiendo el control sobre la duración y la frecuencia con la que juega. Cuando una persona es incapaz de jugar, pueden producirse sentimientos de ansiedad, estrés y alteraciones en el comportamiento de alimentación y sueño, así como aislamiento social y pérdida de relaciones personales.

El término nomafobia viene de "no-móvil-fobia al teléfono móvil". El significado de la nomafobia se refiere a la ansiedad que siente una persona cuando no puede utilizar un teléfono móvil, tiene sentimientos de incomunicación, ya sea porque la batería está baja o porque ha dejado su teléfono móvil en casa, etc. Por lo tanto, es una adicción al teléfono móvil que se ha relacionado con una fobia debido a los intensos sentimientos de ansiedad y obsesión que se tienen con la ausencia del dispositivo y que desaparecen cuando se vuelve a tener el teléfono.

El psicólogo Miguel Roa, hace algunas recomendaciones para la familia en caso de nomafobia o adicción a la tecnología:

- Da un ejemplo de uso responsable de la tecnología.

- También está el mundo off-line: hablamos de relaciones off-line, por ejemplo, juegos de mesa o juegos sin pantalla, deportes...

- Familiarizarse sin pantallas: Fijar horas y lugares sin pantallas, por ejemplo, durante las comidas familiares.

- Desconectar: Enseñar el valor de estar solo y desconectar del trabajo, estudio, amigos e incluso la familia.

- Límites: Aclarar las reglas de uso de la pantalla: tiempos, espacios, actividades permitidas...

- Educar Evitar el uso de la tecnología como una guardería.

- Diálogo. Hablar como una familia sobre el abuso de la tecnología. A través de preguntas y reflexiones ayuda a construir un discurso crítico y veraz sobre el uso de la tecnología.


Cuando se habla de las causas de la adicción a la tecnología, tiende a ser similar al inicio del uso de sustancias. La persona busca refugio en la tecnología para aliviar varias situaciones como eventos dolorosos, ansiedad social, estrés... Frente a esta serie de problemas, la persona busca una nueva realidad en la pantalla en las nuevas tecnologías. Este proceso se normaliza porque es muy diferente socialmente o de que la población se refugie en una sustancia tóxica, en vez de en una distracción como un videojuego. En primer lugar, no causa daños a la salud, y a esto hay que añadir que la accesibilidad es inmediata y la gratificación de las recompensas inmediatas, como "me gusta" en las redes sociales, lo que lleva a la gente al desarrollo de un comportamiento aditivo.

Aunque las consecuencias del uso indebido de las nuevas tecnologías pueden ser diferentes a nivel físico y psicológico. La dependencia de la tecnología puede tener consecuencias como la obesidad y los problemas psicológicos. Sin embargo, una de las principales consecuencias de esta dependencia es el aislamiento social que produce y la absorción en una realidad virtual, lo que puede generar sentimientos de soledad y depresión.

Por supuesto, la adicción a la tecnología debe tener un tratamiento, donde un pilar fundamental es entender que el problema no es el objeto de la adicción, ya sean las redes sociales o las sustancias, sino la persona. Por esta razón, las personas deben ser tratadas de manera personalizada. El tratamiento de la adicción a la tecnología debe abarcar todos los ámbitos de la persona, teniendo en cuenta la familia, su entorno social, laboral o académico y su esfera personal.